Avui, dimecres 24 de maig a les 19h de la tarda a la Facultat d'Educació de la Udl (Cappont) tindrem entre nosaltres a l'Enrique Martínez Reguera, pedagog, que ens parlarà dels centres de menors.
Dice Enrique Martínez Reguera que la esencia de la
pedagogía es la complicidad, "pero hubo un momento en que los educadores
se convirtieron en funcionarios y los niños sintieron que se habían
quedado sin cómplices".
Desde los inicios de su carrera, el pedagogo,
filósofo, psicólogo y escritor tomó partido "incondicionalmente" por los
menores solos, "los niños a los que no quería nadie".
De 60 años dedicados a la educación, 45 los pasó con ellos: en el
barrio madrileño de La Celsa, el gran arrabal chabolista de Madrid
en los 70, convertido después en el mercado de la heroína, también para
esos niños que a menudo enterró.
Luego se posicionó contra la criminalización de todos
esos menores que él acogía en su casa, cuando la asistencia social,
dice, "dejó de ser un servicio para convertirse en un agente de
control". Según el experto, muchas ONG pasaron a ser fundaciones, que
finalmente mutaron a empresas, y hoy, asegura, estamos en la fase de la
"pobreza rentable": "Nuestros niños pobres son una de las fuentes de
ingresos más importantes del país".
Durante su
estancia en la ciudad autónoma, Martínez Reguera se declara abrumado por
lo que ha visto y oído de los niños de la calle de la ciudad: "Se ha
desregulado la vida de estos pequeños ciudadanos hasta convertirlos en
alimañas. Para que lleguemos a una situación así con niños de 11 años,
¿qué relación hemos creado?", se pregunta. "La solución tiene que ser
coherente con la naturaleza del problema. La pedagogía bajo un sistema
de miedo es imposible", concluye.